09
Jun
Un grupo de investigadores alemanes se dieron a la tarea de entrenar a un grupo de vacas para que hagan del baño en un solo lugar, esto con el fin de controlar sus heces y disminuir su impacto ambiental, pues la excreción, en un lugar específico ayuda a resolver este problema al permitir la captura y el tratamiento de las heces y orina.
Es conocido que las heces de los bovinos pueden contribuir en el calentamiento global, entre los contaminantes liberados por el estiércol hacia la atmósfera destaca el amoniaco, así como otros gases de efecto invernadero como metano y óxido nitroso.
Sin embargo, es importante puntualizar en que el amoníaco producido en los desechos de las vacas no contribuye directamente al cambio climático, sino hasta que se mezcla con el suelo y los microorganismos lo convierten en óxido nitroso, el tercer gas de efecto invernadero más importante después del metano y el dióxido de carbono.
Por ello este grupo de científicos alemanes se propusieron educar a las vacas para hacer del baño en un lugar controlado y terminar con la contaminación provocada por el depósito de heces dispersas sobre la tierra, además de que esto mantiene los establos limpios.
En este estudio se involucraron 16 vacas. Llamaron a este proceso entrenamiento ‘MooLoo’, donde construyeron letrinas y premiaban a los bovinos cuando hacían sus necesidades dentro ellas. El premio o recompensa es simplemente de un chorrito de agua al terminar de defecar. Rápidamente, 11 de 16 terneros aprendieron el control de los reflejos urinarios.
En su estudio, los investigadores mencionan que estos hallazgos son originales y revelan una oportunidad hasta ahora no realizada de aprovechar las capacidades cognitivas de los animales para ayudar a resolver problemas ambientales urgentes sin comprometer el bienestar animal.